Gracias, don Antonio

Por si alguien no pudo leer el Diario Córdoba el sábado pasado (día 22), os copio lo que escribió don Antonio Gil al ver la síntesis que de su clase en el Colegio hizo Lola, releedla; los consejos que nos dio no tienen desperdicio, tenemos que ser “mujeres con Estilo”, “mujeres de una pieza” que mejoren cada día y sean capaces de mejorar el mundo.
Desde aquí, además de dar las gracias a don Antonio, os animo a seguir escribiendo, porque, efectivamente, tenéis mucho que decir.

Cristina

“Esta postal va dirigida a Lola Priego, una chica de primero de Bachillerato, en el colegio El Encinar, de nuestra capital, y naturalmente, a todas sus compañeras de clase. Hace poco, fui invitado para hablarles de los medios de comunicación social, su misión en la sociedad, sus luces y sus sombras, sus características y perfiles. Fue, ciertamente, más que una charla, un encuentro. Hablamos de los medios, pero también del momento que vivimos, de los tiempos que corren, de lo que significa una verdadera comunicación, no sólo entre las personas sino entre las gentes y los pueblos. Hablamos del poder de la prensa, de la magia de la radio, de la influencia de la televisión y de ese mar infinito de internet, por el que tan fácil y tan difícil nos resulta navegar. Hablamos también del cine, de cómo las películas son vehículos excepcionales para transmitir valores y contravalores, mensajes y criterios, y a la par, nuevos lenguajes, hábitos nuevos. Cada película nos obliga a poner en marcha nuestro entendimiento, si en el argumento se defiende alguna tesis, o nuestras creencias más profundas, si se nos ofrece una determinada visión de la vida. La charla-encuentro nos hizo colocar sobre la mesa horizontes nuevos, sobre todo, para la gente joven. Hago alusión a esta pequeña noticia de andar por casa, porque ahora me encuentro en el blog del Colegio (proyectointegrado1bac.blogspot.com/search/label/colegio), una crónica espléndida de aquella charla, escrita por esta chica, Lola Priego Luque. Curiosamente, la página se abre con esta cita de Sherlock Holmes en la obra La aventura de los seis napoleones: "La prensa, querido Watson, es una institución valiosa, si sabes cómo usarla". A continuación, Lola evoca la charla, la describe, descifra sus claves, abunda en sus mensajes y saca sus conclusiones. Gracias por tus líneas, con aroma, con sabor a fruto.”

Antonio Gil
Periodista
http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=491311

LA IMPORTANCIA DEL INGLES EN LA ACTUALIDAD

A día de hoy el inglés es el idioma principal sea cual sea tu nacionalidad. Ya no sólo para poder relacionarte socialmente a nivel mundial sino que también profesionalmente.

La mayoría de los trabajos en la actualidad requieren, por lo menos, un mínimo de conocimiento del idioma. Antes a lo mejor sólo se necesitaba para poder trabajar en el extranjero o para trabajos relacionados con el turismo y la hostelería pero actualmente es necesario para cualquier tipo de trabajo, aunque sólo sea por las instrucciones de un programa o algún aparato electrónico.

Dejando aparte la importancia del inglés en el tema laboral, también recalcar la importancia para los jóvenes de conocer este idioma para el dominio de la informática. Casi todas las páginas y los programas de aprendizaje son inglesas.

Ya que este idioma es el idioma universal debemos intentar que cada día lo dominen más personas y hacerlo nuestra segunda lengua. Una técnica muy buena para conseguir esto es la creación de colegios bilingües que cada día hay más y están más solicitados, con esto se conseguiría implantar este idioma a los niños desde pequeños y así hacer mucho más fácil el aprendizaje de esta lengua.

EL RETO DE MI VIDA

Entendemos por medicina la ciencia que estudia el cuerpo humano, sus enfermedades y curación. Me baso en este artículo para plasmar mi propio concepto de medicina, por qué me gusta y porqué quiero ser medico en un futuro.
Desde que tengo uso de razón, siempre he visto a mi padre llegar a altas horas de la noche de trabajar. Nos contaba sus operaciones, anécdotas en el quirófano. Historias que de una manera u otra resultaban de poco interés a mi hermana y madre, pero si a mi. Mi madre resaltaba entre todas las fantásticas historias, la cantidad de horas de trabajo, de esfuerzo, las llamadas en la madrugada por empeoramiento de algún paciente.. Pero siempre y desde ese momento la medicina se convirtió en un fantástico mundo para mi que supe que formaría parte de mi vida en un futuro.
Hoy con diecisiete años sé que ser medico es mi destino.. Se que el camino es duro y largo y que lo ponen difícil, las vidas de los pacientes dependen de ti y llega un momento en que es mucho más que un juego, o das un paso adelante o te das la vuelta y te marchas. Se podría dejar pero pasa una cosa, Que me encanta el terreno de juego... Ser médico es una meta en mi vida, un reto. Un reto por el que lucho a base de horas de estudio. Incluso puedo comparar la medicina con un muro. Un muro que puede resultar demasiado peligroso para cruzarlo. Lo único que se, es que si finalmente me aventuro a cruzarlo, las vistas al otro lado serán fantásticas... Puede ser una rareza para muchos. Y es que a veces, lo que pudiera parecer una rareza, algo impuro, no es si no una belleza diferente que no saben apreciar... Porque eso es medicina para mi, una belleza que mi padre me ha hecho ver desde pequeña.
¿Quién no ha ido nunca a un hospital? ¿Quién no ha visto el dolor en otras personas? ¿Quién no ha llorado la muerte de un ser querido? Ante estas cuestiones soy yo la que me pregunto a mi misma, por qué no voy a ser yo quien ayude a las personas que sufren, a hacer todo lo posible por evitar su muerte... Soy consciente que habrá malos momentos, duros y difíciles, pero, ¿Qué mayor recompensa existe que la de salvar un vida?

Solo quería plasmar mi deseo de poder ser médico, y no solo eso, si no de ser un gran medico y sé que de una manera u otra juego con cierta ventaja ya que como bien dijo en una ocasión mi padre: “Yo soy un gran médico. Tu serás un gran médico, con la diferencia y ventaja que aprenderás de mi y de todos mis errores.”

P S C

LA DIFICULTAD DE LA CONVIVENCIA

A la vez que con el paso del tiempo crece mi edad y mi capacidad de raciocinio crece de manera exponencial mi incomprensión hacia lo que ocurre en mi entorno, mi ciudad, mi país y mi planeta.

A veces veo y escucho cosas a las que no doy crédito porque desbordan absolutamente mi capacidad de comprensión.

Parece como si la lógica y los principios con los que mis padres, mi familia y mi entorno han orientado mi vida no existiesen en el exterior, como si los valores que me han inculcado hubieran dejado de existir implantándose en la convivencia del día a día de la gente el "todo vale", y una locura colectiva invadiera esa necesaria e imprescindible convivencia encaminando al mundo hacia la deshumanización, la desproporción y el absurdo en nuestro vivir diario, imponiendo posturas que hacen casi imposible el entendimiento entre unos y otros.

Soy consciente que es muy difícil estar en posesión de la "verdad absoluta" y que cualquier cuestión tiene muchos puntos de vista dependiendo del ángulo desde el que se mire, pero creo que hay ciertos valores y principios que han permanecido vigentes en el tiempo a lo largo de los siglos porque realmente son importantes y reales y que no se puede por mucho que interese a algunos hacerlos desaparecer de un plumazo en pro de un para mi falso "progresismo" que pretende avanzar a costa de todo y de todos a través del enfrentamiento de la sociedad.

Comprendo que la solución a las muchas cuestiones suscitadas en la actualidad cada persona las vea desde su perspectiva en función de su situación y sus necesidades, ya que como decía el filosofo "YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS", pero es imprescindible para una convivencia pacifica y duradera que a la hora de plantear y abordar cualquier cuestión, que lógicamente en la gran mayoría de los casos conlleva intereses contrapuestos para las distintas partes implicadas, tengamos en cuenta ciertos principios y valores que no pueden caer en desuso ni entenderse caducados.

Por ello, creo que la clave para ese necesario entendimiento es utilizar siempre la "empatía" , es decir , ser capaz de ponerse en el lugar del otro, en sus circunstancias e intentar entender y comprender su perspectiva, su postura, el porque de su forma de ver las cosas.

Pero para eso, es necesaria la capacidad humana de poner en practica ciertos valores y principios, valores como la "humildad", el "respeto" a los demás, que debe estar por encima de todo a pesar de que no se comparta la opinión del otro, la "honestidad", el "sacrificio" y por supuesto y muy importante la "generosidad" que nos permita anteponer en la mayoría de las ocasiones el interés de los demás al nuestro propio.
Como ejemplo, y al hilo de estas reflexiones, se me viene a la mente un comentario que he escuchado a mi padre en varias ocasiones y que aunque al principio no llegaba a entender ahora si empiezo a comprender, y es que según el la convivencia en nuestra sociedad seria mucho mas fácil y sencilla si un tercio de nuestra vida fuésemos trabajadores, un tercio funcionarios y el otro tercio empresarios.
Según su teoría todos nos entenderíamos mejor al haber vivido, sufrido y disfrutado las ventajas e inconvenientes de cada una de las tres situaciones.
En conclusión, todos deberíamos hacer un gran esfuerzo y poner en practica esos valores tradicionales que anteriormente he citado sumándole además una gran cantidad de "sentido común" que tan ausente esta hoy, porque con ello estoy segura se conseguirá una mejor convivencia y un mundo mucho mas feliz y mejor para todos que en definitiva es de lo que se trata y lo realmente importante.

Mi locura adolescente

¿No sentís cómo todo parece pasar más rápido?

El tiempo vuela en nuestras manos y corre, raudo, al compás de los sentimientos, rápido con la felicidad, lento con la tristeza.

Si hace sol, sonrío, soy espejo de mil colores. Si llueve alrededor, no te acerques, la rosa muestra sus espinas. Vas, vienes, vienes y vas cual veleta. Tan pronto dices sí como dices no, y no sabes la razón.

Lo quieres probar todo, lo quieres ser todo, y a la vez, no hacer nada, por el miedo a fracasar, por el miedo a ser diferente y no encajar.

Todo lo tienes muy claro pero las decisiones son una pesadilla. Odias la superficialidad pero te gusta mantener esa relación de aparente amistad con todo el mundo. Defiendes las injusticias pero no siempre dices la verdad. Eres coherente con tu pensamiento mientras no suponga llamar la atención. De repente, en un impulso, sale a la luz tu yo escondido.Tan pronto sale como desaparece, tan pronto ebria de alegría como enfadada con el mundo. Crees que la belleza está en el interior pero tu imagen condiciona tu humor y tus ganas de salir a la calle. Odias a la gente que mira de arriba abajo pero crees conocer a las personas y lanzas juicios temerarios. Eres fiel a la realidad del amor pero admites no tener ni idea del compromiso que en verdad supone. Buscas en los amigos, las salidas... la felicidad del día a día. Aún sigues insatisfecha.Te enamoras, caes, sufres y lloras. Te olvidas por un tiempo para volver a sacudir con emociones tu pequeño corazón.

Quieres llegar a ser alguien y tener un buen trabajo, pero lo último que harías, justamente ahora, es ponerte a estudiar. Pero, es cierto, tiene su encanto. Aun puedes disfrutar de esa libertad, de esa inocencia de la juventud, sin ataduras, disfrutando de esa inconsciencia, sin obligaciones para sobrevivir. Es una primavera continua. Es mi locura adolescente.

Ser maduro

Ser maduro no es realmente un estado o una cualidad, es un desarrollo. Es el final de un viaje del que se ha partido con una maleta vacía y se vuelve con una maleta llena, a rebosar. Pero que no nos pesa. Es cierto que nadie nace maduro pero también es verdad que algunas personas, por carácter, tienden a ser más maduras y responsables que otras. Pero la madurez, sin lugar a dudas, viene dada por las experiencias, por esas veces en la vida en las que tocas fondo y sólo te quedan dos opciones, anclarte o bien nadar hacia arriba, hacia la realidad, corriendo el riesgo de triunfar o fracasar. Todos nos deja huella y si somos fuertes en las dificultades, en los problemas y decepciones, la vida nos regala la madurez. Una persona madura no es obligatoriamente una persona seria pero sí una persona que sabe mostrarse seria cuando se debe. La persona madura no mira con condescendencia o superioridad a los que quizás no poseen tanto conocimiento sino que los mira como iguales a los que ayudar y personas de las que aprender. La madurez va mucho más allá del saber cómo afrontar los obstáculos o hacernos cargo de nuestros actos y de sus consecuencias. La madurez nos obliga a aceptarnos tal y como somos, a aceptar nuestra parte de culpa y a mirar a la cara a los errores admitiendo que hoy gracias a ellos somos lo que somos.
Es mirar al pasado sin miedo, con una sonrisa de triunfo. Es aprender a ser transparentes y dejar que la verdad aprendida nos ilumine, haciéndola merecedora de nuestro respeto y poniéndola en práctica desde un primer momento. Así, ser maduro se convierte en una cuestión de coherencia personal, de no tomarnos a broma eso de “actuar como uno piensa”.Hay que echarle coraje a todo lo que se nos ponga por delante y ser conscientes de que siempre somos inmaduros para algo, de que experimentamos un continuo crecimiento. Ser maduro es elegir desde la libertad nuestra meta y dirigirnos hacia ella, olvidándonos del camino fácil y seguramente equivocado. Entonces aprenderemos que, efectivamente, el día de mañana depende de nosotros mismos.

Miryam

AMA

"porque está en tus manos poder mejorar tu mundo"

trabajo realizado por Miryam Porras y María Larrea