
NO A LA MEMORIA HISTÓRICA
Me opongo a la memoria histórica. En nada contribuye al sosiego social saber más datos históricos. Por un momento, planteémonos que se hiciera la memora histórica de la batalla de Trafalgar, que ocurrió hace 200 años. ¿Qué dirían las viudas, y los hijos de tantos marineros fallecidos sobre el levantamiento de una batalla que costó tantas vidas?
En cambio nos afectamos si se trata de recordar hechos de un pasado que, aunque lejano, todavía incide en muchos recuerdos familiares. Porque está ahí, metido debajo del asfalto de nuestras calles, en las fotografías de padres, abuelos, o bisabuelos que fueron fusilados o encarcelados en cualquiera de los bandos de aquella guerra civil por la que somos conocidos y estudiados por muchos alumnos de todos los países del mundo.
En cambio nos afectamos si se trata de recordar hechos de un pasado que, aunque lejano, todavía incide en muchos recuerdos familiares. Porque está ahí, metido debajo del asfalto de nuestras calles, en las fotografías de padres, abuelos, o bisabuelos que fueron fusilados o encarcelados en cualquiera de los bandos de aquella guerra civil por la que somos conocidos y estudiados por muchos alumnos de todos los países del mundo.
Solo recordamos lo que queremos o lo que nos interesa. El recuerdo esta siempre determinado por nuestro marco intelectual y emocional, nunca las cosas fueron como las recordamos, y mas en una historia que con el paso del tiempo es casi imposible desprenderse de connotaciones interpretativas ideológico-emocionales.
La memoria histórica la intentan cubrir como una manera de tener más datos de nuestra identidad, falso, cuanto mas olvidemos mas libres somos, mas comprendemos al otro. En todo caso sirve para artículos de revistas, libros, lo que es bueno para la cultura y valora el trabajo del historiador.
Mi opinión, sin ninguna duda es que de nada sirve volver a mover cosas que con el paso de los años ha costado mucho olvidar, o por lo menos guardar en el fondo de cada familia, tanto de un bando como de otro.
Fue una guerra civil, lo que conlleva el enfrentamiento entre familias, hasta entre hermanos. No creo que nadie tenga derecho a sacar conclusiones sobre un hecho que ni siquiera muchos de los que hablan han vivido. Creo que solo las personas que vivieron la guerra o la posguerra tienen derecho a hablar y son ellos precisamente los que no quieren que se hable del pasado. Se habla de respeto a todo tipo de personas, por el hecho de serlo, respeto a los animales, porque fueron creados para acompañarnos, ¿y quien pide respeto a los que tuvieron que vivir los años castigados por hambre, injusticias, y deshonra? Ellos sí se merecen respeto y no poco, no solo los que viven y tienen conciencia de todo lo que se habla de la historia, y todo lo que se omite de la misma, también se merecen respeto los que no están, los que perdieron la vida luchando por sus ideales, o simplemente por su familia. Cuantas historias contadas por abuelos en un brasero sobre la guerra, sobre el hambre, sobre traiciones, y todo esto sin que quepa duda de que entre frase y frase se inundan los ojos de lágrimas, al ver lo que están haciendo con lo que era España, al ver que cada día se pierde más el respeto a la Bandera, que no es nada más y nada menos que la insignia que nos identifica, por lo que le debemos un honor y una gloria.
Cuando el tiempo va pasando y entiendes mas, comprendes porque tu abuelo, esa persona noble, que a pesar de vivir lo que ha vivido, de trabajar de sol a sol sin una sola queja, le duele ver que con las posibilidades que actualmente se tienen haya tanto fracaso, tanta perdida de tiempo, y te dice mirándote con esos ojos que tantas cosas han visto y han guardado para no hacer mas daño, estudia y se algo en la vida que lo tienes todo. Y es verdad, nos quejamos, ¿Por qué?, es absurdo, ellos vieron la luz del sol, pero sin un amanecer, las traiciones, las deshonras simplemente por ir a misa, o leer el diario ABC, como la masacre de Paracuellos del Jarama, o el bombardeo de Guernica, o simplemente los chantajes emocionales con el fin de conseguir un territorio u objetivo militar, como el Alcázar de Toledo. Reconozco que este apartado histórico me agrada, no por lo que conllevó, sino por quien me ha sido explicada esta historia.
Aunque parezca sorprendente, se puede llegar a cambiar la historia, solo contando una versión. Con esta conclusión termino, diciendo que, a pesar de que fue una guerra, y el objetivo tanto de un bando como de otro era hacer rendir al enemigo, existe una gran diferencia entre fusilar o quitarle la vida a una persona, y quitarle su dignidad, como hizo el bando republicano con tantos sacerdotes y religiosas por el mero hecho de serlo. En la actualidad, aunque parezca que ha pasado mucho tiempo el rencor del perdedor sigue vivo. Yo solo pido respeto a los fallecidos en la guerra, porque se lo merecen, a todos los que dieron su vida y su honor por la Patria. Por los caídos por Dios y por España. No a la memoria histórica.
A PIE Y SIN DINERO
A pie y sin un ochavo en los bolsillos, calados hasta los huesos y con el estomago frío;
en la vista una nube de hielo y en el dedo que oprime el gatillo un sabañón.
El día 8 de Diciembre hace frió, mucho frió, pero nunca bastante para frenar a la Infantería, que con un trajecito de dril, derrite la nieve de los montes y la escarcha de los ríos difíciles y el hielo que oprime los corazones en desgracia.
Ningún oficio mas bonito que el de capitán de infantería, artesano del valor heroico,orfebre del valor estoico, que va a pie donde lo mandan con sus hombres detrás, y que a veces se queda en el camino con una bala " ! Con que facilidad, Dios mio! " que le para los pulsos del corazón.
La guerra no es triste, porque levanta las almas. La guerra no es triste porque nos enseña que fuera de la Bandera, nada, ni aún la vida, importa.
La Infantería es la guerra a pie firme, la guerra cara a cara, la vida jugada a cara y cruz de la victoria y la muerte.La infantería es la guerra a cuerpo limpio, y el infante lidiador que lleva el espíritu armado de un estoque de fuego, como un arcángel de estrellas en la bocamanga.
La Infantería no es la materia, es el ligero y tenue soplo que vivifica.
La Infantería no es la masa, es la compañía.
La Infantería no es, a veces, ni el concierto; es siempre la canción arrebatada del solitario centinela, que canta para que el Cabo de Guardia sepa que esta vivo.
Quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse. Porque el secreto de la Infantería, ( nosotros estamos hablando naturalmente de la Infantería Española, la de las cornetas en el cuello de la guerrera ) es el de sacar fuerzas de flaqueza y hacer de tripas corazón.Que nunca mas noble fin tuvieron, ni nada mejor pudieron servir.
Quien no haya sido soldado de Infantería que cuando el hombre se lanza,cuando al hombre se le calienta la sangre, lo mas difícil es pararlo y enfriarlo.Porque el otro secreto de la Infantería es el de calentar el aire con la mirada y darse cuenta de que la batalla terminó cuando el soldado crema que estaba empezando.Que nunca mejores temples se conocieron ni en más gallardo menester se emplearon.
Quien no haya sido soldado de Infantería quizá ignore lo que es sentirse amo del mundo a pie y sin dinero.
A pie paseamos por donde quisimos,porque el que no va a pie, no se entera y os lo dice un vagabundo.Y sin dinero izamos nuestra Bandera donde nos dio la gana y donde nos mandaron,porque la victoria no es algo que se compra sino que se conquista y os lo dice un pobre.
Ningún oficio mas bello que el de infante, que lleva su casa a cuestas como el caracol y se pelea porque no admite jaques; como el león y como el gallo y como el toro. Sin medir las fuerzas ( que no fuera noble presentar las batallas ganadas ) y sin mirar atrás porque detrás no hay nada, absolutamente nada.
Con el frió del 8 de Diciembre se calienta nuestro corazón al pensar, como a una novia a la que quisiésemos, en la Infantería.
Resuenan pífanos marciales y aún nupciales en la última y más profunda revuelta de nuestros oídos y aún se estremece, gracias a Dios, ese ultimo nervio que en los cuerpos de los bien nacidos se guarda, como oro en paño, para que vibre en las ocasiones solemnes.
CAMILO JOSÉ CELA
que gilipollas eres. estas obsesionada desde chica ya lo sabe todo el mundo en espejo... lo peor es que sigues...
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