50 años con BARBIE
Por Lola Priego Luque
Hace ya mas de dos siglos de lucha, más de doscientos años de perseguir nuestros ideales y más de dos centenas de años de busca de la liberación de la mujer. Aunque en una sociedad como la nuestra, puede parecer arcaico hablar de algo tan remoto, es, sin embargo el pan de cada día en lugares no tan lejanos. ¿Cómo es posible que aun haya culturas donde las mujeres no tengan derecho a trabajar, a llevar una vida digna, o a votar?
Sin embargo, no estoy frente a la pantalla del ordenador para buscar libertad, ni siquiera para contar testimonios de heroínas, de incansables luchadoras, sin las cuales, puede que hoy no estuviéramos estudiando bachiller. Hoy, quiero hablaros de un símbolo, un icono tan idealizado como repudiado, la muñeca Barbieâ.
Barbara Millicent Roberts “nació” en 1959 en un contexto de reivindicación de derechos por cuestiones de sexo y raza. Un mundo en el que eran pocas las oportunidades que tenía una mujer de dedicarse a algo distinto a las labores del hogar. En este marco irrumpe la creación de un juguete revolucionario que gritaba la palabra LIBERTAD.
Su creadora, Ruth Handler, aunque se inspiró en una muñeca alemana para adultos llamada Bild Lilli, buscaba un nuevo horizonte. Un paso hacia la evolución, donde las niñas no tuvieran que jugar sólo a ser mamás, donde no estuvieran destinadas a ser mujeres florero.
En pocos años, lo que comenzó como una muñeca en la feria de los juguetes de Nueva York traspasó las fronteras llegando a cualquier rincón del planeta. Hoy Barbieâ representa un icono de la moda, la han vestido los mejores diseñadores, ha ejercido mas de un centenar de profesiones, ha protagonizado doce películas y su imperio se extiende sin límites en el espacio y en el tiempo.
Pero no todo es de color rosa, lo que está claro es que no deja indiferente a nadie. Algunos casi la idolatran, las feministas la acusan de superficial y de culto al consumismo. Desde mi punto de vista, Barbieâ representa mucho más que belleza y consumo, aunque no hay que olvidar que es sólo un juguete, representa todo el camino de liberación de las mujeres.
En una sociedad donde todo es tan efímero, donde las tendencias son tan pasajeras, y el éxito es tan fugaz, esta muñeca ha resistido a toda competencia demostrando ser capaz de adaptarse a cualquier época y a cualquier cultura, tal como ha ido haciendo las cinco décadas que lleva entre nosotros.
Surgió como la materialización de un sueño hecho realidad. Contrariamente a lo que se piensa, está a favor de la evolución del papel de la mujer y nos invita a todas a seguir soñando como cuando éramos pequeñas, porque todas somos mujeres libres, independientes.
Todas somos Barbies.
lola, me gustaria ver una barbie albañil y gorda. tambien representa al siglo XXI. Hasta ahora la Barbie ha sido un "anuncio" para promocionar Corporación Dermoestética". Respeto tu opinion, pero no la comparto.
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